Lo bueno será abrazarles
a todos,
uno por uno,
yo les quedaré mirando
a lo largo y ancho
de mi ventana de
cartón,
sonreiré como la
sierpe que se cruza
en mis caderas de
papel para
arrojarse al nilo de
llanto sosegado.
Me enrollaré mientras
muchos se besan, se
abrazan,
paz y remordimientos
por los pecados
capitales de la noche,
la soledad estará
conversandome sobre
los reactores nucleares,
las bombas,
el gas nervioso,
esas cosas que tanto me asustan.
A veces creo, que mi
casa es tan susceptible de
morir quemada.
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