domingo, mayo 15, 2011

Andrómeda

[Yo quiero pelear por mi espacio pequeñito en el mundo. Pa' vivir contigo, pa' tener mis hijos y mostrarles el sur, pa' parir entre recuerdos guerrilleros a mis sosegados niños, encender la estufa y cocinarles una sopa en invierno. Abrazarte cuando llegues de la pega, cansado. Quiero ganarme mi espacio pequeñito en el mundo, pa' que llegado el momento de echarme pa' siempre no tenga vergüenza, pa' que muera sonriendo.]

No cansarme de sonreír ¿es eso?
despeinarme, caer en la cuenta del tiempo
                     no es la respuesta adecuada
¿acaso no soy otra diferente de las nuestras?
¿no soy sulfurada en la llama de la noche
cuál radiante epíteto de la lujuria, del desdén?

De mi no se cansa la luna de rogar noche,
no seguiré (rasgo el papel,
                    aprieto la boca contra el suelo,
                    paso la lengua: es el fin)
                    pa' cantar han nacido otras

de otros colores, de majaderas y más
bonitas piernas, de 
cuerpo más redondo, 
formas más bonitas: pa' parir.

Ni para ser mujer he nacido, ¿entonces, quién me
                                                  niega el futuro?

Si no he nacido pa' ser bella modelo,
si no he visto el sol ni para salir en carro,
en bicicleta a mover un poquito los muslos
que tan raídos están
de mi pena marcado el cuero 

como fijado con laca pa'l pelo.

Yo que quiero ser madre atajo el aullido,
(ni siquiera voh sos mujer, me han dicho)
considero el tamaño de mi pecho magro,
el color de mis labios resecos
y en la enfermedad, en los momentos
desproporcionados de elegirme un macho,

(uno que corra conmigo mojado con 
la lluvia del descenso)

no encuentro tu rostro entre mis modelos opacos.

Y veo mi lunar en la entrepierna
(me han dicho que mi abuela, que mis antepasados
en cuclillas la misma marca han tenido)
y mis ojos con un aura negra de
muerte socavada. 

Yo que ni he nacido mujer, que ya
no veo derechos pa' esta tierra marchita,
que corro no más, 
degenereque de medio plazo, a tiempo
medio, inmediata codorniz y sin saber me
desvisto,

me despojo

me destapo de las tripas

porque quiero sosegarme en la tierra
enrollar mi cuerpo
apretar las manitos 
mientras doy el grito.

(Porque a la mujer siempre le queda el grito,
el grito como recuerdo de la sangre aplanada,
el de la víspera de muerte,
sólo nos queda el aullido sanjado en la vida bestial,
y entonces...)


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